sábado, 19 de mayo de 2012

EDUCACIÓN PARA LA SALUD

La calidad de vida referida a personas mayores lleva consigo cuestiones tan determinantes como la salud y el bienestar y está íntimamente relacionada con su entorno ambiental y afectivo, su formación y el apoyo social.Todo esto, incluye el desarrollo autónomo en su medio y los cuidados de salud para lograrlo, la cercanía y seguridad que ofrece la familia o los amigos, así como una reeducación precisa que le permita asumir hábitos saludables con el fin de prevenir situaciones de riesgo y reparar la existente.


En esta etapa, con asiduidad coinciden la aparición de diversas enfermedades (diabetes tipo II, cáncer de próstata, incontinencia urinaria, etc.),cuya apariciónse ve favorecida por los cambios que han ocurrido en su organismo, en ello intervienen también problemas socio-económicos (cambios
en la economía doméstica, soledad y melancolía) y psicológicos (actitud ante la vida, deterioro mental, etc.).

Además, hay que tener en cuenta otros problemas específicos de las personas mayores conocidos como “síndromes geriátricos”.



Ante todo esto y con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente geriátrico hay que realizar programas de educación para la salud que facilitan la asimilación de nuevos hábitos saludables en las personas mayores relacionados con las patologías más frecuentes en este grupo de edad.
La implementación de programas de educación para la salud con personas mayores repercute de forma significativa sobre su calidad de vida. De hecho, estas intervenciones educativas
sobre prevención tienen efectos positivos sobre la función cognitiva y la depresión frenando el desarrollo de la incapacidad y reduciendo la atención permanente en los domicilios.
En estos programas de salud hay que darles a entender la importancia que tiene para mejorar su calidad de vida, el ejercicio físico, la estimulación cognitiva y la alimentación adecuada.

Es importante que la implementación de programas de educación para la salud se realice con personal especializado y con un equipo interdisciplinar. Ello, favorece la formación de las personas mayores en hábitos saludables y la creación de redes de apoyo con el fin de mejorar su calidad de vida y evitar su deterioro existencial.





Es importante también seguir investigando para identificar otros factores de riesgo en personas mayores, con el objeto de intervenir con estrategias de reeducación gerontológica y utilizando con mayor efectividad las técnicas preventivas.



BIBLIOGRAFÍA



Pino M, Ricoy MC, Portela J. Diseño, implementación y evaluación de un programa de educación para la salud con personas mayores. Ciencia & Saúde Colectiva. 2010. 15 (6): 2965-2972.

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