viernes, 25 de mayo de 2012

EL DOLOR EN EL PACIENTE GERIATRICO

El número de pacientes ancianos se incrementa día a día en nuestra sociedad. La vejez, antes privilegio de unos pocos, ha pasado a ser un periodo extenso en la vida de muchos individuos que llevan a cabo con frecuencia una vida social intensa y participativa y presentan muchas veces un buen estado de salud.




El cuidado médico de los ancianos no sólo pretende aumentar la cantidad de vida del anciano sino, lo más importante, mejorar su calidad de vida. En este sentido, el control del dolor, supone una pieza clave para lograr este objetivo y es necesario el conocimiento de las peculiaridades fisiológicas, farmacocinéticas y farmacodinámicas del paciente anciano para un correcto manejo y control analgésico de su dolor con los mínimos riesgos e incrementando paralelamente su capacidad funcional y calidad de vida como objetivo principal de nuestra labor asistencial.



Los analgésicos opioides representan un arma terapéutica fundamental en el manejo del dolor moderado-severo. A pesar de la reticencia al empleo de los opiáceos en el dolor crónico del paciente anciano, a día de hoy, se ha demostrado su clara eficacia analgésica y su alto perfil de seguridad. 




Como conclusión, me gustaría remarcar que a pesar de conocer la alta prevalencia del dolor en el anciano, un gran número de ellos no recibe el tratamiento adecuado. La investigación farmacológica ha contribuido a desarrollar un importante arsenal terapéutico en el tratamiento del dolor, demostrando que los analgésicos opioides representan un arma terapéutica fundamental en el manejo del dolor moderado-severo con una clara eficacia y alto perfil de seguridad.






BIBLIOGRAFÍA

Mencías A. B., Rodríguez J. L.. Consideraciones sobre el empleo de opioides en el dolor crónico del paciente geriátrico. Rev. Soc. Esp. Dolor [revista en la Internet]. 2008 Oct [citado 2012 Mayo 27] ; 15(7): 463-474. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462008000700005&lng=es

martes, 22 de mayo de 2012

NIVELES ASISTENCIALES

La principal característica diferencial de la enfermedad en el anciano es su tendencia a la incapacidad, entendiéndose como un deterioro progresivo de la adaptabilidad a los cambios.

Por ello, para la detección y evaluación del anciano es necesario medir la función para anticipar, predecir y graduar fiablemente el riesgo de discapacidad, lo cual nos permite identificar a los individuos de alto riesgo.
El principal objetivo de la atención sanitaria del anciano es evitar o al menos retrasar el deterioro funcional.
La estrategia asistencial debe de ser la selección de aquellos pacientes que más se van a beneficiar con arreglo a una determinada detección de su problemática y una terapéutica adecuada a cada paciente.
De esta forma el paciente está ubicado en el lugar idóneo según su estado. Co estos niveles asistenciales especializados, los resultados en geriatría pueden ser óptimos.

UNIDAD GERIATRICA DE AGUDOS

Es el nivel asistencial relacionado con la hospitalización de aquellas personas mayores que presentan procesos agudos o reagudizaciones de enfermedades crónicas.


El principal objetivo de la Unidad Geriátrica de Agudos se fundamenta en prevenir las complicaciones surgidas del ingreso en el hospital: caídas, incontinencia de esfínteres, dependencia funcional, etc. que pueden derivar en dependencia.
El objetivo fundamental por tanto será que la persona mayor sea de nuevo ubicada en su domicilio en las mismas condiciones funcionales y mentales a las de previas al ingreso y con las prestaciones sociales que necesite.

UNIDAD DE MEDIA DISTANCIA


La Unidad de Media Estancia acoge a aquellos pacientes ya diagnosticados que han superado la fase aguda de la enfermedad y en los que el riesgo de perder su independencia es alto, o bien, el tratamiento que se les aplica, debido a su complejidad, no puede realizarse de forma ambulatoria.


El objetivo fundamental de la Unidad de Media Estancia es que el anciano recupere su independencia para las actividades básicas de la vida diaria mediante un tratamiento de rehabilitación y el control clínico de ciertas afecciones y problemas geriátricos.
Quedan excluidos de este objetivo aquellos pacientes que presenten un deterioro funcional grave e irreversible y aquellos cuyo deterioro cognitivo no les permita participar de manera activa en el proceso de recuperación funcional.

HOSPITAL DE DIA

El Hospital de Día atiende a ancianos de forma ambulatoria mediante la aplicación de tratamientos de rehabilitación y/o seguimiento de problemas médicos o de enfermería.

Sus objetivos son la rehabilitación de pacientes con un deterioro funcional reversible y no demasiado intenso (en caso contrario se requeriría un tratamiento más enérgico en la Unidad de Media Estancia), la valoración geriátrica integral por parte de todo el equipo interdisciplinario y el control médico y/o de enfermería de los procesos crónicos y de los tratamientos: úlceras, anticoagulación oral, seguimiento de diabetes, transfusiones, paracentesis, etc
Los pacientes suelen acudir al Hospital de Día dos o tres veces a la semana en un horario diurno en el que se suele incluir la comida del medio día.



ASISTENCIA GERIATRICA DOMICILIARIA

Los objetivos del servicio de Asistencia a Domicilio son la asistencia integral a la persona mayor en su domicilio con el objetivo de que se mantenga en la comunidad y en su entorno en el mejor estado de salud y de funcionalidad posible, aunque padezca enfermedades crónicas y de invalidez.

Los pacientes que más se benefician de la Asistencia Geriátrica son los ancianos frágiles o pacientes geriátricos que no pueden acudir a la consulta ambulatoria, por lo que el control periódico a cargo de un especialista les resultará sumamente beneficioso.


BIBLIOGRAFIA

Como atender a nuestros mayores. Guía práctica.(Internet). Eroski Consumer; 2012 (consulta el 27 de mayo de 2012). Disponible a: http://mayores.consumer.es/documentos/ayuda/geriatria.php


Fernández M, Solano JJ. En: . Tratado de geriatría para residentes. En: Sociedad Española de Geriatría y Gereontología. Madrid.  International Marketing & Communication, S.A. (IM&C). 2006. p. 83-87.






sábado, 19 de mayo de 2012

EL PROCESO DE ENFERMERÍA

El profesional de Enfermería necesita de un apoyo científico en la forma de proceder, con el paso de los tiempos ha venido trabajando para poder lograrlo.


El Proceso de Enfermería es un método que guía las acciones de Enfermería, es una serie de actuaciones o medidas planificadas con el fin de obtener un resultado o cumplir un objetivo, por lo cual se dice que el es un método sistemático y racional de planificación y de prestación de los cuidados de Enfermería individualizada.

Actualmente más del 7% de la población en nuestro país tiene más de 60 años de edad y requiere de atención no solo médica, si no también social, económica, cultural y psicológica. Existe otro 10 % más de la misma que en los próximos años englobara a este sector de la sociedad aumentando este fenómeno y problema que es la vejez.



El papel de enfermería en este grupo de la población tiene especial importancia, y entre sus objetivos primordiales es prestar los cuidados idóneos en los principales problemas geriátricos evitando las posibles complicaciones.
Mientras más envejezca nuestra población, más importancia y conciencia deberemos hacer para entender y manejar los cuidados terminales hacia el final de nuestros días.

DEFINICIÓN
Es el sistema de la práctica de enfermería, en el sentido de que proporciona el mecanismo por el que el profesional de enfermería utiliza sus opiniones, conocimientos y habilidades para diagnosticar y tratar la respuesta del cliente a los problemas reales o potenciales de salud.

OBJETIVO

El objetivo es proporcionar un sistema dentro del cuál se puedan cubrir las necesidades individuales del cliente, de la familia y de la comunidad.

FASES

Se organiza en cinco fases: valoración, diagnóstico, planificación, ejecución, evaluación.








CARACTERÍSTICAS
Beneficios del proceso enfermero: agiliza el diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud reales y potenciales, desarrolla un plan eficaz y eficiente, tanto en términos de sufrimiento humano, como de gasto económico, evita que se pierda de vista el factor humano, promueve la flexibilidad y el pensamiento independiente, adopta las intervenciones al individuo (no únicamente a la enfermedad).

BIBLIOGRAFIA

Ledesma P. Proceso de enfermería aplicado a un paciente geriátrico, en base a la teoría de Virginia Henderson. Tesis doctoral, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Facultad de Enfermería. 2006.



EDUCACIÓN PARA LA SALUD

La calidad de vida referida a personas mayores lleva consigo cuestiones tan determinantes como la salud y el bienestar y está íntimamente relacionada con su entorno ambiental y afectivo, su formación y el apoyo social.Todo esto, incluye el desarrollo autónomo en su medio y los cuidados de salud para lograrlo, la cercanía y seguridad que ofrece la familia o los amigos, así como una reeducación precisa que le permita asumir hábitos saludables con el fin de prevenir situaciones de riesgo y reparar la existente.


En esta etapa, con asiduidad coinciden la aparición de diversas enfermedades (diabetes tipo II, cáncer de próstata, incontinencia urinaria, etc.),cuya apariciónse ve favorecida por los cambios que han ocurrido en su organismo, en ello intervienen también problemas socio-económicos (cambios
en la economía doméstica, soledad y melancolía) y psicológicos (actitud ante la vida, deterioro mental, etc.).

Además, hay que tener en cuenta otros problemas específicos de las personas mayores conocidos como “síndromes geriátricos”.



Ante todo esto y con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente geriátrico hay que realizar programas de educación para la salud que facilitan la asimilación de nuevos hábitos saludables en las personas mayores relacionados con las patologías más frecuentes en este grupo de edad.
La implementación de programas de educación para la salud con personas mayores repercute de forma significativa sobre su calidad de vida. De hecho, estas intervenciones educativas
sobre prevención tienen efectos positivos sobre la función cognitiva y la depresión frenando el desarrollo de la incapacidad y reduciendo la atención permanente en los domicilios.
En estos programas de salud hay que darles a entender la importancia que tiene para mejorar su calidad de vida, el ejercicio físico, la estimulación cognitiva y la alimentación adecuada.

Es importante que la implementación de programas de educación para la salud se realice con personal especializado y con un equipo interdisciplinar. Ello, favorece la formación de las personas mayores en hábitos saludables y la creación de redes de apoyo con el fin de mejorar su calidad de vida y evitar su deterioro existencial.





Es importante también seguir investigando para identificar otros factores de riesgo en personas mayores, con el objeto de intervenir con estrategias de reeducación gerontológica y utilizando con mayor efectividad las técnicas preventivas.



BIBLIOGRAFÍA



Pino M, Ricoy MC, Portela J. Diseño, implementación y evaluación de un programa de educación para la salud con personas mayores. Ciencia & Saúde Colectiva. 2010. 15 (6): 2965-2972.

jueves, 17 de mayo de 2012

INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA EN GERIATRÍA

La vejez debería ser la edad en donde el ser humano debe
estar libre de preocupaciones y tensiones, gozando de un
relativo confort; sin embargo ésta se caracteriza por que los
procesos físicos y mentales adquieren mayor lentitud, y las
reservas de energías y las resistencias del individuo decrecen.



A medida que los ancianos presentan cambios físicos,  biológicos, sociales y cognitivos, van surgiendo múltiples necesidades y problemas que requieren de la comprensión y cuidados por parte del profesional de enfermería, de manera que mediante las acciones que esta presta, pueda lograr en los ancianos  un nivel funcional óptimo.


Enfermería geriátrica: parte de la enfermería que se encarga de la valoración, planificación, aplicación de los cuidados de enfermería a los ancianos para satisfacer sus necesidades y la evaluación de la eficacia de dichos cuidados en el logro y mantenimiento de un nivel de bienestar acorde con las limitaciones impuestas por el proceso de envejecimiento.
El objetivo fundamental de las competencias de las enfermeras en el ámbito de la atención individualizada a la persona anciana, utilizando un método sistemático y organizado, valorando sus necesidades, limitaciones, recursos y posibilidades de funcionamiento autónomo, lo que permitirá priorizar los problemas y establecer un plan de atención adaptado a la problemática.
En la asistencia del anciano, los cuidados de enfermería deben estar guiados por los siguientes principios: 
1. El envejecimiento como proceso común y natural. 
2. Factores que influyen en el proceso del envejecimiento.  
3. El conocimiento del envejecimiento y el de la ciencia de 
enfermería se combinan en la prestación de cuidados al 
anciano. 
4. El proceso de enfermer ía se aplica a la prestación de 
cuidados del anciano. 
5. El enfoque de la Enfermería Gerontológica es proporcionar actuaciones de enfermería planificadas, organizadas y terapéuticas. 

El anciano suele ser reacio a buscar ayuda, 
particularmente a solicitar tratamiento para trastornos mentales o emocionales. Pueden soportar sus problemas como signos de independencia y aquellos con alteraciones cognitivas tal vez carezcan de motivación o no sean conscientes de la  necesidad de cuidados. Por tanto el rol del profesional de enfermería debe ser de líder en el equipo multidisciplinario, con creatividad e ingenio para
implementar cuidados de calidad en especial si éstos padecen de déficit sensorial. 
La enfermera es la responsable de los problemas de salud 
del usuario; la colaboración mutua entre el usuario y la 
enfermera conllevan a la obtención de conocimientos, control y salud, lo que hace la práctica del cuidado elemento fundamental en la ejecución de las labores propias de enfermería.


BIBLIOGRAFÍA

Flores .E, Molina .L, Guzmán Y.
 Intervenciones de enfermería en la satisfacción de las necesidades sociales y afectivas del adulto mayor institucionalizado en la unidad de geriatría y gerontología. (Caracas)26 de febrero 2007.

miércoles, 16 de mayo de 2012

INMOVILIDAD


La inmovilidad es un síndrome que deteriora
de manera significativa la calidad de vida de los adultos mayores. Obedece a diversas causas, que deben ser siempre estudiadas a fin de hallar factores corregibles, y asimismo debe ser tratada como un problema médico relevante en la atención del paciente mayor.
La inmovilidad aumenta con la edad. El 50% de los ancianos que se inmovilizan de forma aguda fallecen en un plazo de 6 meses.
 Determinar las causa de la inmovilidad es complejo, ya que en un 80% de los casos, los factores que conducen a la inmovilidad son múltiples, encontrándose en solo un 20% de los casos una única causa de inmovilidad.

Causas

- El proceso fisiológico del envejecimiento:
Afecta la situación general del anciano, limitando de por sí la movilidad y sus capacidades de relación con el entorno. Convirtiéndose el anciano en un sustrato vulnerable, al producir cambios en las 3 esferas, física, mental y social, alcanzando actividades tan complejas como son el control postural y la marcha.
- Enfermedades frecuentes:

Muchas enfermedades afectan predominantemente a los ancianos, siendo con frecuencia causa de inmovilidad. Entre ellas, y en cabeza, se incluyen las relacionadas con el aparato locomotor como artritis, fracturas, etc. 
Los mecanismos principales por los cuales las enfermedades conducen a la inmovilidad son de forma resumida: el dolor y la rigidez; la parálisis y paresia; debilidad generalizada o síndrome constitucional; trastorno de la marcha (un 15% de los ancianos lo tienen en ausencia de enfermedad); miedo a caerse; incontinencia; confusión, depresión; alteraciones en los órganos de los sentidos.
- Causas ambientales:
Barreras arquitectónicas: obstáculos físicos tanto en el domicilio como en el exterior. 
· Inexistencia de elementos de ayuda (bastones, andadores, pasamanos,..)
- Factores sociales: 
Soledad, falta de apoyo.

Consecuencias

Son múltiples las limitaciones que causa la inmovilidad.
Sociales. Destacan las pérdidas del empleo, de actividades esparcimiento, de relaciones sociales, de la capacidad cuidar a terceros y de autocuidado.
Psicológicas. Puede haber depresión, temor a las caídas, pérdida del control e incapacidad aprendida.
Físicas. Puede conducir a caídas, incontinencia, pérdida de fuerza y capacidad aeróbica, alteraciones metabólicas (disminución de glucosa, balance negativo de calcio y nitrógeno), úlceras por decúbito, contracturas y trombosis venosa profunda y embolia pulmonar.

Tratamiento

Manejo de la inmovilidad

Además del tratamiento de todos los factores identificados como contribuyentes a la inmovilidad, el peligro del reposo prolongado en cama debe ser reconocido y evitado.

 Manejo de complicaciones específicas

Ulceras de decúbito. Son una grave complicación de la inmovilidad y están frecuentemente asociadas a hospitalizaciones prolongadas y costosas, con alto grado mortalidad.
El manejo del dolor producido por las úlceras es muy importante, ya que contribuye a una mejoría más rápida y cooperación más activa del paciente.

Debilidad muscular, baja de peso y osteoporosis. Los ejercicios graduados y deambulación temprana son efectivos aun en los pacientes con más años y más frágiles. A nivel del músculo esquelético se produce una reducción de la cantidad de ATP y glicógeno celular, la velocidad de degradación proteica aumenta y tanto la fuerza como la velocidad de acortamiento de las miofibrillas disminuye. Es frecuente encontrar hipercalcemia en estos pacientes, la cual se revierte con el ejercicio.
 Acortamientos y retracciones musculares. Estas pueden ser evitadas por la temprana instalación de ejercicios para mantener o mejorar rangos de movilidad articular.
 Trombosis venosa. Tiene especial interés, por la altísima morbi-mortalidad que acarrea. La presencia de trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar puede darse en pacientes por el solo hecho de estar inmóviles y en mucho mayor medida en aquellos que tienen factores congénitos condicionantes para estas enfermedades.
Las medidas para evitar estas complicaciones, junto al ejercicio físico, son la utilización de heparina profiláctica, ya sea no fraccionada o de bajo peso molecular o el vendaje intermitente de extremidades inferiores.
 Incontinencia urinaria y fecal. Es frecuente que estos pacientes sufran incontinencia fecal e incontinencia urinaria por fecaloma. Por lo tanto, debe realizarse tacto rectal frente a la sospecha de este cuadro y manejarse una dieta rica en fibra, líquido abundante.

BIBLIOGRAFÍA

Gac H. Inmovilidad en el adulto mayor. Boletín de la escuela de medicina.2000.vol 29. nº 1-2. Revisado de:http://escuela.med.puc.cl/publ/boletin/geriatria/InmobilidadAdulto.html