sábado, 14 de abril de 2012

TEORÍA DE LOS RADICALES LIBRES

La piel humana está constantemente expuesta al aire, radiación solar, contaminantes ambientales, u otros estímulos mecánicos y químicos, que son capaces de inducir la generación de radicales libres, así como especies reactivas del oxígeno (anión superóxido, oxígeno singlete y radicales hidroxilos) de nuestro propio metabolismo. 
 La piel humana está constantemente expuesta al aire, radiación solar, contaminantes ambientales, u otros estímulos mecánicos y químicos, que son capaces de inducir la generación de radicales libres, así como especies reactivas del oxígeno (anión superóxido, oxígeno singlete y radicales hidroxilos) de nuestro propio metabolismo.


Por esta razón es fundamental para un organismo mantener un equilibrio estable y un sistema de redox regulado para prevenir la acumulación de estas especies reactivas que dan el origen a los procesos de envejecimiento. 

Una evidencia que soporta esta teoría es aquella en donde se ha demostrado que células crecidas bajo condiciones de hipoxia exhiben una vida más prolongada que aquellas células crecidas bajo altas concentraciones de oxígeno, una vez más demostrando el papel del metabolismo mitocondrial sobre el envejecimiento celular.


La única protección de nuestra piel está en su protección endógena (melanina y antioxidantes enzimáticos) y antioxidantes que consumimos de los alimentos (vitaminas A, C, E, etc.) La estrategia más importante para reducir el riesgo de daño solar por rayos ultravioletas es evitar la exposición al sol y el uso de protectores solares. El siguiente paso es el uso de antioxidantes exógenos por vía oral o mediante aplicación tópica.

                               



Los antioxidantes funcionan donando electrones con lo que evitan que los radicales libres los roben de nuestras células. Desde hace varias décadas se sabe que las vitaminas C y E y el Beta Caroteno poseen propiedades antioxidantes. Del mismo modo se sabe que los minerales selenio, zinc, manganeso y cobre cumplen una funcion importante ayudando a activar el sistema de defensas contra los radicales libres de nuestro cuerpo. Hoy en día, sin embargo, se ha descubierto que un buen número de alimentos, específicamente de origen vegetal poseen propiedades antioxidantes que en varios casos son mucho más poderosas que las de las vitaminas ya mencionadas.

Un dato importante acerca de los antioxidantes es que ninguno tiene la capacidad de controlar los diversos tipos de radicales libres y productos de oxidación que se producen en el organismo. Algunos antioxidantes se encargan de un tipo de radical libre mientras que otros se encargan de otros. Otro dato importante es que una vez un antioxidante lleva a cabo su labor protectora se convierte también en un radical libre. En ese momento varias cosas pueden suceder. Otro antioxidante puede venir en su auxilio y regenerarlo, también el antioxidante puede autodestruírse o en el peor de los casos puede reaccionar con alguna parte de la célula causando daños. Por esta razón muchos investigadores entienden que no es saludable concentrarse en ingerir grandes cantidades de uno o dos antioxidantes sino que es importante ingerir una variedad de estos.


La radiación ultravioleta puede provocar daño oxidativo también al ADN mitocondrial . El envejecimiento es un fenómeno multifactorial que se caracteriza por el aumento de la susceptibilidad a la pérdida celular y el declive funcional, donde las mutaciones y el daño del ADN mitocondrial podrían ser importantes en la formación de fotodaño y cáncer de piel.




BIBLIOGRAFÍA

Borut P, Raja D. Free Radicals and Extrinsic Skin Aging. Dermatology Research and Practice, vol. 2012; Article ID 135206, 4 pages, 2012. doi:10.1155/2012/135206.


Vargas F, Rivas C, Nursamaa A, Zoltan T. Reacciones de radicales libres con relevancia biológica en la teoría del envejecimiento. Avances en Química 2007; 2: 3-15.












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